Foto de Daniel van den Berg en Unsplash Javi: Todo lo que has dicho Petri, lo has explicado de una manera muy clara. El amor se puede mostrar en muchos ámbitos, lo que sucede es que como decía Einstein tenemos la ilusión óptica de sentirnos separados (y entonces expresamos el amor sólo a nuestros círculos íntimos, a nuestros seres queridos y el resto no nos importa). Esto es lo que parece que nuestra cultura entiende como amor: amor a mis hijos, a mi familia, a mis amigos y los demás no me interesa. A esta forma de amar es lo que Einstein describe como una prisión, una ilusión óptica de vernos separados de los demás.
Sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos. Saint Exupery Y me recuerda a Saint Exupery que en El Principito dice que sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos. Puede que lo esencial sea saber que formamos parte de un Todo, que no somos algo ajeno, separado, aunque nuestros sentidos limitados nos hacen sentir así. Este sentirnos separados nos hace que nos preocupemos tan sólo de nosotros y de algunas personas próximas. Esta es nuestra prisión, sentirnos separados y lo que tenemos que hacer es abrir nuestro corazón, nuestro círculo de compasión hasta abarcar a la Naturaleza completa (Einstein) Cuando acabados las meditaciones, en muchas ocasiones la ofrecemos a todos los seres, con el deseo que todo el mundo sea feliz y todo el mundo viva en paz. Antes a mi este final me sonaba extraño, ha sido con la práctica y paciencia como he podido sentir plenamente estos deseos y esta es, para mi, la palabra Amor en sentido completo, amplio. La otra forma del amor, limitada, son como los restos del amor, cómo las sobras de la comida después de un banquete. Un poquito para mi, un poquito para mi pareja, un poquito para mis hijos... Además el Amor en este sentido amplio es aquel que, cómo has dicho Patri, no daña y si es posible beneficia a los demás. Para mi, el Amor comienza, y esto es muy importante, en no dañar, no añadir más sufrimiento a la vida. Montse: Creo que el Amor se puede expresar de muchas maneras, incluso con una mirada, con una sonrisa, con una caricia, aunque no conozcas a la persona. Yo he acariciado a una persona que no conocía, me ha surgido, ella se puede sorprender pero para mi era lo más natural del esa situación, como un acto del amor, aunque no la conocía. O, por ejemplo, estar en un centro de salud y ver a una persona que no está bien y con una mirada y una sonrisa mostrar amor, una muestra de empatía hacia esa persona que está sufriendo. Esas miradas que se funden en ese momento y que dicen tanto son una manera de transmitir amor. Continuará la conversación en próximos artículos...
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Foto de David Sjunnesson en Unsplash Estos días que estamos viviendo confinados en casa, para protegernos y proteger a los demás del Coronavirus, puede llevarnos a la sensación de estar encarcelados o enjaulados. Una sensación de falta de libertad que nos constriñe y nos agota. Como si nuestra libertad dependiera de unos metros cuadrados. Sin embargo, Nelson Mandela, quien estuvo en prisión 27 años, decía: La celda es el lugar idóneo para conocerte a ti mismo. Me da la oportunidad de meditar y evolucionar espiritualmente. Te propongo que vivas esta situación, el confinamiento, desde una nueva perspectiva: como una oportunidad de parar, de autoconocimiento y de evolución personal. Que veas de una manera diferente estos pocos metros que dispones ahora para moverte, que no los contemples como una especie de cárcel sino como un lugar seguro, como un Refugio donde te puedes sentir protegido. Una mente calmada puede estar en cualquier lugar. No se trata de un canto al aislamiento, ni del volvernos más egoístas y aislados del mundo. Es más bien una propuesta de darle la vuelta a nuestra mirada para comprender que aislarnos ahora es un acto de generosidad con los demás, especialmente con los más vulnerables, y al mismo tiempo ver esta nueva situación no como una carga o castigo sino como un espacio de autocuidado y protección. Te dejo una meditación que espero te ayude a encontrar esta nueva perspectiva y vivir esta experiencia en calma. Porque la verdadera libertad está en la mente y una mente calmada puede estar en cualquier lugar.
Foto de Oleg Magni en Unsplash Una de las formas en que podemos practicar Mindfulness es con la comunicación. ¿Qué te parece durante esta semana evitar comunicarte o hablar frívolamente? Es una invitación a prestar más atención a lo que decimos. Es sano hablar cuando estás seguro de lo que dices es cierto, que es beneficioso o útil y lo expresas amablemente (que no causa más sufrimiento).
Podemos fijarnos cuando nos comunicamos con los demás y ver si lo que decimos es hablar por hablar, una repetición indefinida de nuestras historias o la repetición de cualquier cosa que dicen los demás. Entonces podemos observar si cumplen con los requisitos anteriores: veracidad, beneficio y amabilidad. Si no es así, tal vez es mejor permanecer en silencio. Foto de Nathan Dumlao en Unsplash Esta es una meditación informal, una manera de practicar Mindfulness en nuestra vida cotidiana, de Taylor Plimpton que hemos traducido y adaptado de la revista online Tricycle. Aquí tienes el enlace:
https://tricycle.org/trikedaily/coronavirus-meditations/#taylorplimpton Aumentar nuestra conciencia de lo que hacemos con las manos no sólo puede ayudar a protegernos del Coronavirus, sino también a llevar nuestra práctica de meditación fuera del cojín y a nuestra vida cotidiana. Práctica de Meditación: Lávate las manos No es necesario añadir mucho a las pautas de lavado de manos, recomendadas por los expertos en salud, para convertirlo en una práctica de meditación: sólo seguir cuidadosamente sus pasos requiere concentración, presencia y una inmersión completa en lo que estás haciendo. La siguiente es una directiva de cinco pasos, con mi propio comentario Zen en cursiva:
Foto de Fusion Medical Animation en Unsplash El coronavirus ha producido la crisis más importante de estos últimos años. Nos ha cambiado de golpe nuestras rutinas. Al pensar sobre lo que está sucediendo me han surgido sentimientos de tristeza por las personas que están sufriendo, las personas enfermas, quienes han perdido a sus seres queridos, los que han tenido que dejar sus trabajos o cerrar sus negocios… Pero toda crisis, además de socavar nuestras bases y destruir nuestras seguridades, nos da nuevas oportunidades. En está ocasión nos ha obligado a pararnos, a darnos un tiempo, a reconocer nuestra vulnerabilidad, nos ha dado la oportunidad de reflexionar sobre lo que de verdad es importante en la vida y de tomar conciencia de nuestra interdependencia. Es una oportunidad de encontrar nuestro valor Creo que esta es una oportunidad de entrenar nuestro valor y compasión por medio de la meditación Tonglen. Al contrario de como nos empuja nuestra sociedad, basada en la producción y en el consumo, que nos invita a preocuparnos solo en nuestros pequeños intereses, buscando siempre la comodidad y el placer y huyendo del dolor y del sufrimiento, la meditación Tonglen cambia nuestra perspectiva y nos invita a conectar con el sufrimiento y la compasión, a recoger en cada inspiración nuestro dolor y el de los otros para transformarlo desde nuestro corazón en compasión que enviamos en cada exhalación. Recibimos dolor y enviamos amor y compasión. Te invito a que practiques esta meditación con una atención suave y amable para que puedas acoger todo aquello que aparezca mientras practicas. Ya sabes que con Mindfulness no hay experiencias correctas e incorrectas, todo lo que surja durante esta meditación es una oportunidad para profundizar en tu autoconocimiento y en practicar el arte de permitir. Ojalá que esta experiencia nos sirva para reforzarnos y examinar con plena conciencia nuestra forma de vivir. Tal vez así podamos ordenar nuestra vida y poner en primer lugar aquello que para nosotros es lo más importante.
Estaba estos días pensando qué nuevo artículo escribir en el blog, cuando paseando por la calle, me encontré en el escaparate de una tienda un cartel con una cita de Platón (ver foto):
On reina l’amor les lleis sobren. (Donde reina el amor sobran las leyes ) Así que pensé que sería bueno tener una conversación sobre esta frase con las personas que nos conectamos los miércoles por videoconferencia para realizar una práctica de Mindfulness. Después de la lectura de la cita, surgió este diálogo entre Montse, Petri y yo. Petri: Amor no hay entonces, porqué hay tantas leyes que nos hemos olvidado del amor. Javi: Claro, vivimos en una sociedad que parece que considera el amor como una utopía, una ficción, como algo irreal. Cantamos al amor, escribimos sobre el amor, hacemos series y películas sobre el amor como algo que no forma parte de la vida cotidiana. Porque en la "vida real hay que protegerse, defenderse, hay que competir. Todos esos “hay que” que no dejan espacio al amor. Por eso hay tantas normas, hay tantas leyes, porque intentamos regular las cosas desde el miedo. Un abogado decía que las leyes están hechas para evitar responsabilidades. Por ejemplo, las leyes medioambientales están hechas para proteger a las grandes empresas que trabajan con productos tóxicos, ya que si cumplen con las normas en caso de un desastre ecológico la justicia no les puede exigir responsabilidades. Si no hubieran tantas leyes y viviéramos desde el amor las personas nos haríamos responsables de nuestros actos sin la amenaza o el miedo al castigo. Seríamos responsables sin la necesidad de la coacción. Viviendo desde el amor tendríamos que reconocer nuestra vulnerabilidad, como seres humanos no somos perfectos y nos equivocamos. Pero desde este lugar, desde el amor, asumiríamos nuestros errores e intentaríamos corregirlos. Al contrario de lo que sucede si nos movemos desde las leyes, en la que nos sentimos respaldados por ellas aunque hagamos algo inadecuado o erróneo y produzcamos daños. Si, actuando cumpliendo las leyes, ocasiono algún daño no soy responsable y no tengo porque enmendar el daño que he hecho. "el cariño es como el chicle porque da mucho de sí". Pero, ¿De qué amor estamos hablando? Petri: Recuerdo que mi madre decía que "el cariño es como el chicle porque da mucho de sí". El amor que conozco es el amor a mi familia, el amor a mi marido que es diferente al de la familia. El amor a los amigos. Y el amor a los demás en un sentido muy amplio, no hacer daño. Claro que ir por ahí regalando amor a los extraños es un poco raro. Javi: ¿Y qué tiene de raro? Petri: A la gente que no conoces es un poco difícil expresarlo, a menos que se dé un hecho especial y tú puedas ayudarle. Por ejemplo, cuando ves a alguien que está perdido en una ciudad puedes acercarte al él y ayudarle. No sé si eso se puede considerar amor al prójimo. Javi: Yo creo que sí. Petri: Y también está el amor a la naturaleza, que procuro quererla. Hago pequeños gestos para ayudar porque me gusta mucho y disfruto mucho de la naturaleza. Javi: Cómo el personaje del TV3, el Capitan Enciam que decía “los pequeños cambios son poderosos” y que me recuerda una frase de la Madre Teresa de Calcuta: “Tal vez no podemos hacer grandes obras pero podemos hacer pequeñas obras con un gran amor”... Esta conversación seguirá en próximos artículos. Foto de Nikolay Vorobyev en Unsplash Si no te gusta la Navidad lo primero que puedes hacer es aceptar esta realidad. No luchar contra ella deseando que te guste. Te puedes detener un momento, respirar y observar los pensamientos que tienes en relación a la Navidad, las emociones que surgen y cómo las sientes en el cuerpo. Continúa respirando y acepta, sin querer cambiar lo que experimentas en ese momento. Desde este reconocer y acoger tus pensamientos, emociones y sensaciones surge un nuevo espacio en que no quieres cambiar las cosas sino que te abres a ellas y entonces dejas de luchar para que sean diferentes. Cómo resultado de esta actitud, aceptar lo que es, te liberas de la carga de tener que cambiar, estás mas tranquilo y el sufrimiento disminuye.
En los encuentros familiares, acepta a tu familia tal cómo es, aunque tú desearas que fuesen o actuaran de distinta manera. Deja a un lado tus deseos y pensamientos de que sean diferentes o hayan cambiado. En realidad no podemos cambiar a los demás pero si que podemos cambiarnos nosotros mismos. Desde aquí, si dejas de luchar para que sean diferentes y los aceptas tal cómo son, verás cómo sin que ellos cambien tu relación mejorará. Cuando estás con los demás, disfruta de su compañía y de la suerte de ser distintos y tener visiones diferentes de las cosas. Así la vida es más rica y divertida y puede que descubras o aprendas algo nuevo. Escúchalos con atención, con toda tu presencia de cuerpo y mente, no te distraigas y respétalos sin querer interrumpirlos ni convencerlos de nada. No importa que no compartan tus opiniones sobre política, deporte o lo que sea. Y si ves que te distraes puedes dirigir de nuevo tu atención a lo que estas escuchando. Después ya tendrás ocasión de hablar tú y si no es así, si nadie te escucha, aprovecha para contemplar lo que ocurre como si fuera una película y tú un espectador sentado en el cine viendo y disfrutando de la escena con cierta distancia. No persigas la aceptación de todos cómo algo que necesitas para ser feliz. Si todos somos diferentes siempre habrá alguien a quien no le caigas bien o le seas simpático. No pasa nada, respira y vuelve a aceptar la realidad, siente la emoción que hay, tal vez enfado, incomodidad, rencor… observa los pensamientos que alimentan estos sentimientos y sigue manteniendo la atención en tu respiración, para crear un espacio para que los pensamientos se puedan ir igual que han llegado. En las comidas familiares disfruta del momento y de la comida con conciencia, saboreando cada plato cómo si fuera la primera vez, mastícalo bien y sin prisa, verás como te sacias antes y no te empacharas tanto. La práctica de Mindfulness te invita a ver las cosas desde otra perspectiva, una nueva mirada donde no te aferras a tus ideas de cómo deben ser las cosas sino a verlas tan como son en realidad y aceptarlas aunque no coincidan con tus preferencias. Al fin y al cabo, en la vida no todo coincide con nuestro deseos. ¿O no es así? Y es más sabio poder adaptarnos a cada situación que esperar que la Vida se adapte a nosotros. El grado de felicidad de que goces depende del grado de libertad que tengas en tu corazón. Thich Nhat Hanh El Foro Mundial de la Paz ha otorgado el Premio de la Paz a Thich Naht Hanh. Este premio se concede desde 2012, y es una iniciativa de la Fundación Schengen para la Paz que está dedicada a promover la paz, la tolerancia y la comprensión. El Premio de la Paz de Luxemburgo se otorga cada año en varias categorías. Nhat Hanh fue galardonado con el premio por "excepcional paz interior". La organización explica que la enseñanza clave de Nhat Hanh es que "a través de Mindfulness -la Atención Plena-, podemos aprender a vivir felices en el momento presente, la única forma de desarrollar verdaderamente la paz, tanto en lo personal y en el mundo " Thich Naht Han, o Thay como le llaman sus seguidores, es un gran maestro zen que con 93 años, vive en su país natal, Vietnam, después de sufrir hace unos pocos años un derrame cerebral. Ha desarrollado la mayor parte de su trabajo en Occidente donde ha sido uno de los principales impulsores del budismo zen y del Mindfulness. Desde los 16 años ha sido monje budista y activista social, y durante la guerra del Vietnam trabajó incansablemente por la paz y la reconciliación. En esa época, viajó a Estados Unidos promoviendo el final de la guerra. Allí conoció a Martin Luther King con quien le unió una gran amistad y propuso a Thay, en 1967, como Premio Nobel de la Paz. En esa época, creó una organización que ayudaba a todas las víctimas de la guerra del Vietnam sin distinguir su nacionalidad, vietnamita o americana, estas actuaciones no eran bien entendidas por el bando vietnamita y al finalizar la guerra los vencedores le expulsaron de su país. En 1982 se estableció cerca de Burdeos -Francia- donde fundó la comunidad de meditación, Plum Village, a la que acuden cada año centenares de personas para la practica de la meditación. Hasta que sufrió su derrame, ha viajado por todo el mundo impartiendo enseñanzas y ayudando a los refugiados en todas partes. Vino a Barcelona en una Gira en mayo de 2014 y quienes tuvimos la suerte de participar pudimos saborear su presencia que transmitía una Paz profunda. Para que lo conozcas un poco más, te hemos presentamos algunas propuestas: Como gran escritor y poeta, con más de 100 títulos publicados, es muy difícil escoger entre todas sus obras. Pero, tal vez, puedes comenzar leyendo uno de estos dos libros: Cómo lograr el milagro de vivir despierto y Hacia la Paz Interior. Hay una película documental que refleja muy bien la vida en Plum Village y sus Giras: Camina Conmigo,y puedes verla en internet a través de algunas plataformas de pago, como por ejemplo Filmin. Su poesía ha inspirado canciones, como esta del grupo Mirabai Ceiba que utiliza la letra de una de sus poemas: Joy Like Spring En este vídeo Thay nos enseña cómo practicar movimientos conscientes. Aquí tienes una de sus poesías, escrita sobre la compasión LLÁMAME POR MIS VERDADEROS NOMBRES Thich Nhat Hahn No digas que partiré mañana porque todavía estoy llegando. Mira profundamente: llego a cada instante para ser el brote de una rama de primavera, para ser un pequeño pájaro de alas aún frágiles que aprende a cantar en su nuevo nido, para ser oruga en el corazón de una flor, para ser una piedra preciosa escondida en una roca. Todavía estoy llegando para reír y llorar, para temer y esperar, pues el ritmo de mi corazón es el nacimiento y la muerte de todo lo que vive. Soy el efímero insecto en metamorfosis sobre la superficie del rio, y soy el pájaro que cuando llega la primavera llega a tiempo para devorar este insecto. Soy una rana que nada feliz en el agua clara de un estanque, y soy la culebra que se acerca sigilosa para alimentarse de la rana. Soy el niño de Uganda, todo piel y huesos, con piernas delgadas como cañas de bambú, y soy el comerciante de armas que vende armas mortales a Uganda. Soy la niña de 12 años refugiada en un pequeño bote, que se arroja al mar tras haber sido violada por un pirata, y soy el pirata cuyo corazón es incapaz de amar. Soy el miembro del Politburó con todo el poder en mis manos, y soy el hombre que ha de pagar su deuda de sangre a mi pueblo, muriendo lentamente en un campo de concentración. Mi alegría es como la primavera, tan cálida que abre las flores de toda la Tierra. Mi dolor es como un rio de lágrimas, tan desbordante que llena todos los Océanos. Llámame por mis verdaderos nombres para poder oír al mismo tiempo mis llantos y mis risas, para poder ver que mi dolor y mi alegría son la misma cosa. Por favor, llámame por mis verdaderos nombres para que pueda despertar y quede abierta la puerta de mi corazón, la puerta de la compasión. Y para finalizar, puedes practicar con una de sus meditaciones, que utilizamos en muchas ocasiones en nuestros cursos: ![]()
En recuerdo de Eduard Punset, divulgador científico, que recientemente nos ha dejado, compartimos este artículo que publicamos el 18/03/16 en nuestra antigua web educacioemocional.org
Comenzando con un bello cuento de Buda y su discípulo Ananda, que sirve para explicarnos la verdadera naturaleza de la mente, en este programa Redes de TVE -que dura 27 minutos- Eduard Punset conversa con Mattiheu Ricard sobre la compasión y la gestión de la emociones. Mattiheu Ricard, doctor en bioquímica, es monje budista desde hace más de 40 años y ha sido considerado “el hombre más feliz de mundo” por la neurociencia, después de medir sus altos niveles de actividad de “emociones positivas” en su cerebro. Es necesario desarrollar las cualidades humanas para conseguir que los niños se conviertan en personas equilibradas. Para Mattieu Ricard la felicidad no es una sucesión interminable de placeres que termina por agotamiento sino una forma de ser. Propone que a los niños se les enseñe en el colegio a ser felices y buenos. No es suficiente desarrollar la inteligencia y dar información, es necesario además desarrollar las cualidades humanas para conseguir que sean personas equilibradas. La neurociencia está descubriendo los beneficios de la meditación, aprender a meditar nos ayuda a gestionar las llamadas “emociones negativas”(1) y fomenta las “emociones positivas”. En una investigación pionera, se esta estudiando varios aspectos del amor altruista, la empatía y la compasión relacionándolos con los fenómenos cerebrales. El objetivo es conocer cómo funciona el proceso en que una persona desarrolla empatía -identificación con quien sufre- y compasión -el deseo de aliviar el sufrimiento de los demás-. En otro estudio, realizado con trabajadores de una empresa que durante 3 meses practicaban diariamente 30 minutos de meditación (2), comprobaron que bajaron sus niveles de ansiedad y se incrementaron en el cerebro sus “emociones positivas”. La bondad forma parte de la naturaleza humana, el altruismo verdadero existe. En nuestra sociedad pensamos que detrás de cada acción hay un deseo egoísta, incluso cuando somos amables o compasivos. Sin embargo, se trata de una distorsión que no encaja con los estudios científicos. La bondad forma parte de la naturaleza humana, el altruismo verdadero existe, aunque a veces nos comportemos egoístamente. Todas las personas tenemos un potencial para el bien, la naturaleza de la conciencia no esta determinada y tiene el potencial de ir en cualquier dirección, hacia el bien o hacia el mal. La conciencia está detrás de cada pensamiento, y emoción y entrenar nuestra mente con la meditación nos ayuda a conocer esta realidad y a tener un estado de serenidad y ecuanimidad que evita que las emociones y pensamientos nos arrastren. El altruismo y la compasión nos libera de odios, iras y celos. Somos interdependientes y si no cooperamos todos saldremos perdiendo. Por eso, debemos desarrollar una sociedad compasiva, una sociedad que se preocupe por los demás. Para desarrollar la compasión es muy importante entrenar nuestra atención plena -mindfulness- ya que nos aporta una mente más clara, serena y calmada. La forma más sencilla es prestando atención a nuestra respiración. ----------
Foto de Matt Collamer en Unsplash. En el cartel pone: Buscando la Bondad Humana Cuando doy cursos de Mindfulness y explico su significado, hago mucho hincapié en no juzgar y lo explico como un sinónimo de ser amable, porque no entiendo que se pueda juzgar y ser amable al mismo tiempo. Y soy tan insistente que en una ocasión, un participante de un curso de 8 semanas, comentó que en la vida no se podía ser tan amable y me lo expresó en catalán con estas palabras: a la meva casa diem que "ser dues vegades bo es ser bobo" (en castellano: en mi casa decimos que "ser dos veces bueno es ser bobo"). Cuando lo escuché no supe qué decir, me quedé callado, respirando, y después de sentir la incomodidad porque me sentía ofendido, la mejor respuesta que me surgió, la más amable, fue decir que esa era la forma en que yo entendía Mindfulness y la vida.
Sigo pensando lo mismo, no veo ninguna manera mejor de vivir el presente que desde la amabilidad, desde la bondad, para mí, estas palabras expresan la misma experiencia. Y me recuerdan como Antonio Machado se describía en su poesía Retrato: soy, en el buen sentido de la palabra, bueno. Ser bueno, no hacer daño, para mí es un buen propósito de vida. Cuando estoy presente y consciente en mi vida, me doy cuenta que actuando así soy más feliz y que hago más feliz a los demás. Ya sé que para muchos el problema está en entender que ser bueno es ser débil. Sin embargo, en la filosofía oriental lo que aparenta ser débil tiene más fuerza que lo que parece ser más duro, como el agua, que puede erosionar las rocas. “La bondad es como el agua. En los lugares superiores hace el bien sin esforzarse y es feliz en los lugares inferiores que los hombres desprecian.” Tao Te King 8 Por eso, creo que uno puede ser bueno, bondadoso, amable y al mismo tiempo saber poner límites. Hay muchas personas que lo han mostrado durante su vida, no son seres excepcionales, en el sentido de superhéroes de película, sino personas que han conectado con su propia fortaleza y sabiduría. Una fortaleza y sabiduría que les muestra que para conseguir sus objetivos no se debe hacer daño. Una sabiduría que les enseña a saborear la vida sin lucha, sin crear más dolor. En mi vida, las personas que han sido más importantes y significativas han sido aquellas que me han mostrado bondad y amabilidad. ¡Ojalá yo me pareciera a ellas! A la pregunta del título ¿Soy bobo? Tengo una respuesta, no lo soy, qué más quisiera yo que ser dos veces bueno. Me conformaría con parecerme a Antonio Machado cuando dice: soy, en el buen sentido de la palabra, bueno. |
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JAVI LUCASInstructor de Mindfulness y aprendiz de la Vida (llevo una L en la espalda) Archivos
October 2021
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