Foto de eniko kis en Unsplash Hace unos días, en una de las sesiones de Mindfulness que hago por videoconferencia, la persona a quien acompaño, después de escucharme hablar sobre el presente me dijo que todo eso sonaba muy bien pero ¿cómo podía llevarlo a la práctica? Entonces recordé los tres retiros Vipassana en que he participado, en Santa Maria de Palautordera.
Son retiros de 10 días en silencio, en ellos unas 70 personas pasamos el día meditando muchas horas, con intervalos de descanso. Hacia el final de cada jornada había un tiempo, en la sala de meditación, para poder preguntar al maestro dudas relativas a la práctica: ¿qué hacer para no tener tantos pensamientos? ¿cómo poder estar relajado durante la meditación? ¿cómo superar las molestias físicas de estar tanto tiempo sentado? ¿cómo conseguir concentración?.... El maestro siempre contestaba que las dificultades que todos expresaban eran normales y que para superar los obstáculos tenían que Practicar, Practicar y Practicar. Días tras días sus respuesta tenían esos lugares comunes: lo que te pasa a ti les pasa a todos y la respuesta está en la práctica. Somos buenos en lo que practicamos y repetimos. Así que es muy difícil, yo diría que casi imposible, que años de hábitos de distracción y dispersión, algo que al final se convierte en nuestro carácter, se transforme en poco tiempo en unos hábitos de atención, presencia y amabilidad. No estoy tan seguro, de eso que se dice, de que en 21 días se puede crear un nuevo hábito para siempre. La Paciencia todo lo abarca Así que, aquí volvemos a una de mis palabras favoritas: la paciencia, que todo lo abarca. Paciencia para seguir practicando y no tener prisas. ¡Que difícil en nuestro tiempos es no tener prisas!, porque cada uno de nosotros tenemos diferentes tiempos para madurar. Paciencia implica compromiso, no podemos conseguir un cambio si no nos comprometemos y esforzamos en una práctica. Así que Practica, Practica y Practica. El gran músico Pau Casals anciano con 90 años seguía practicando con el violonchelo, cada día durante 3 horas, porque decía que aún tenía que aprender. Por cierto, el esfuerzo debe ser el adecuado, no es bueno un esfuerzo que te haga sentir mal, es como las cuerdas de una guitarra que tienen que estar tensadas de una manera justa. Si están tensadas demasiado fuerte las cuerdas se rompen y si están poco tensadas no suena el instrumento. Tres propuestas de práctica Y si todavía no tienes claro que hay que practicar, te hago tres propuestas para cada día:
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JAVI LUCASInstructor de Mindfulness y aprendiz de la Vida (llevo una L en la espalda) Archivos
Diciembre 2020
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