Foto de Nikolay Vorobyev en Unsplash Si no te gusta la Navidad lo primero que puedes hacer es aceptar esta realidad. No luchar contra ella deseando que te guste. Te puedes detener un momento, respirar y observar los pensamientos que tienes en relación a la Navidad, las emociones que surgen y cómo las sientes en el cuerpo. Continúa respirando y acepta, sin querer cambiar lo que experimentas en ese momento. Desde este reconocer y acoger tus pensamientos, emociones y sensaciones surge un nuevo espacio en que no quieres cambiar las cosas sino que te abres a ellas y entonces dejas de luchar para que sean diferentes. Cómo resultado de esta actitud, aceptar lo que es, te liberas de la carga de tener que cambiar, estás mas tranquilo y el sufrimiento disminuye.
En los encuentros familiares, acepta a tu familia tal cómo es, aunque tú desearas que fuesen o actuaran de distinta manera. Deja a un lado tus deseos y pensamientos de que sean diferentes o hayan cambiado. En realidad no podemos cambiar a los demás pero si que podemos cambiarnos nosotros mismos. Desde aquí, si dejas de luchar para que sean diferentes y los aceptas tal cómo son, verás cómo sin que ellos cambien tu relación mejorará. Cuando estás con los demás, disfruta de su compañía y de la suerte de ser distintos y tener visiones diferentes de las cosas. Así la vida es más rica y divertida y puede que descubras o aprendas algo nuevo. Escúchalos con atención, con toda tu presencia de cuerpo y mente, no te distraigas y respétalos sin querer interrumpirlos ni convencerlos de nada. No importa que no compartan tus opiniones sobre política, deporte o lo que sea. Y si ves que te distraes puedes dirigir de nuevo tu atención a lo que estas escuchando. Después ya tendrás ocasión de hablar tú y si no es así, si nadie te escucha, aprovecha para contemplar lo que ocurre como si fuera una película y tú un espectador sentado en el cine viendo y disfrutando de la escena con cierta distancia. No persigas la aceptación de todos cómo algo que necesitas para ser feliz. Si todos somos diferentes siempre habrá alguien a quien no le caigas bien o le seas simpático. No pasa nada, respira y vuelve a aceptar la realidad, siente la emoción que hay, tal vez enfado, incomodidad, rencor… observa los pensamientos que alimentan estos sentimientos y sigue manteniendo la atención en tu respiración, para crear un espacio para que los pensamientos se puedan ir igual que han llegado. En las comidas familiares disfruta del momento y de la comida con conciencia, saboreando cada plato cómo si fuera la primera vez, mastícalo bien y sin prisa, verás como te sacias antes y no te empacharas tanto. La práctica de Mindfulness te invita a ver las cosas desde otra perspectiva, una nueva mirada donde no te aferras a tus ideas de cómo deben ser las cosas sino a verlas tan como son en realidad y aceptarlas aunque no coincidan con tus preferencias. Al fin y al cabo, en la vida no todo coincide con nuestro deseos. ¿O no es así? Y es más sabio poder adaptarnos a cada situación que esperar que la Vida se adapte a nosotros.
0 Comentarios
|
Details
JAVI LUCASInstructor de Mindfulness y aprendiz de la Vida (llevo una L en la espalda) Archivos
October 2021
Categorías |