Foto de NOTAVANDAL en Unsplash REFLEXIONANDO SOBRE TU VISIÓN
REFLEXIÓN Si deseamos llegar al fin del sufrimiento debemos comenzar con una visión correcta antes de comenzar nuestro camino. No se trata de percibir la vida como un continuo sufrimiento sino de reconocer que en nuestra vida vamos a tener momentos de dolor y sufrimiento. Como seres humanos sufrimos y la textura de este sufrimiento debe ser examinada antes de asumir la tarea de comprender su causa y buscar su solución. PRÁCTICA El proceso de nacimiento es difícil tanto para la madre como para el bebé. Todos los comienzos implican algo de dolor, y esta práctica propone volverse hacia el dolor en lugar de nuestra tendencia natural de evitarlo o ignorarlo. Dirígete a las diferentes formas de sufrimiento que surgen en tu propia experiencia, momento a momento, y simplemente sé consciente de ellas, sin resistencia y sin miedo. Esto es justo lo que está sucediendo en este momento.
0 Comentarios
Foto de Sangga Rima Roman Selia en Unsplash Javi: Así es, en todos los casos el amor va acompañado de la presencia. En todo lo que habéis dicho Montse y Petri hay presencia. Si yo no estoy presente, si no estoy atento, si no soy consciente, es imposible dar amor. Por ejemplo, esa presencia, que Montse dice, con las personas con las que no tienes relación habitualmente te permite darte cuenta de su situación difícil, dolorosa o de sufrimiento y te invita a intentar aliviarlo de la mejor manera que puedas. Tal vez con una mirada cómplice en la que expresas al otro: me doy cuenta de lo que te está pasando y estoy contigo.
Contrariamente a las leyes materiales en las que cuando uno da algo tiene menos, el amor cuanto más se dá más crece. Cómo decía la madre de Petri, el amor es ese chicle que da mucho de sí. Y esto coincide con unas palabras de un sabio, Joan Mascaró, que decía que contrariamente a las leyes materiales en las que cuando uno da algo tiene menos (lo va perdiendo o menoscabando, por ejemplo, si yo doy dinero cada vez tengo menos) el amor cuanto más se dá más crece, como el chicle. Y cómo habitualmente no vivimos desde el amor, porque se nos ha olvidado, vivimos en esa falsa ilusión de estar separados al no estar presente con los otros. Por ejemplo, estamos en una sala de espera y no nos fijamos en nadie, no estamos abiertos a recibir, nos quedamos en nuestros pensamientos, en nuestras preocupaciones y entonces es muy difícil mostrar el amor porque ya nos hemos aislado de esa experiencia. En cambio, cuando estamos presentes en nuestra vida y no estamos encerrados en nuestros pensamientos es cuando podemos abarcar más, contemplar más y, tal vez, mostrar más ese amor. Montse: Volviendo a lo que dijiste de las leyes, para mi, tenemos tantas leyes porque no somos capaces de actuar correctamente en cosas que comportan riesgo no sólo para nosotros sino también para otras personas. Nos ponen leyes porque no sabemos hacer las cosas, por ejemplo, las multas por orinar en espacios públicos. Nos tienen que poner cada vez más normas porque somos irresponsables. Tenemos menos libertad porque no sabemos respetar a los demás. Al final van poniendo más y más normas y, a veces, pienso que nos van a multar por todo. Porque no somos capaces por nosotros mismos de actuar de manera responsable. La verdadera enseñanza es la que lleva de miedo al amor. Javi: Esto que comentas, lo decía ya hace 2500 años Platón, y es el título del nuestra charla: Donde reina el amor, las leyes sobran. En conclusión, cómo no hay amor hacen falta muchas leyes. Y en la misma época El Tao Te Ching, un libro de sabiduría, decía en su capítulo 57 : Cuantas más prohibiciones haya en el mundo, más pobre será el pueblo… por eso, el Sabio proclama: No hago nada y el pueblo se dirigirá a sí mismo. O sea, las sociedades maduras no necesitan tantas leyes. Esto muestra la inmadurez de nuestra sociedad y por eso nuestros dirigentes nos tratan como niños inmaduros y nos prohíben y controlan tanto. Y la pregunta es ¿Cómo podemos llegar a una sociedad más madura? Tal vez cambiando nuestra forma de relacionarnos con los demás y hacerlo no desde el miedo sino desde el amor. Porque tal como decía otro sabio, Arnau Dejardins: la verdadera enseñanza es la que lleva de miedo al amor. Nuestra sociedad no educa desde el amor desde pequeños sino desde el miedo y la competencia, una de las palabras que más se repite en la actualidad es competir, competir… y esto es totalmente ajeno al amor, porque cuando amas ¿Con quién compites? Nuestra cultura promueve la competencia y el miedo y al mismo tiempo intenta controlar los excesos de la competencia con interminables normas y leyes que nos coartan. Y la mayoría de nosotros, actuando como pícaros intentamos saltarnos las leyes. |
Details
JAVI LUCASInstructor de Mindfulness y aprendiz de la Vida (llevo una L en la espalda) Archivos
October 2021
Categorías |